Este artículo complementa los proyectos evaluación y feedback , así como otros materiales de Toasmasters International como evaluaciones efectivas sobre el arte de dar y recibir feedback.

En el artículo se comparten además de información, opiniones del autor, Luis Salgado, te recomendamos que seas crítico y también uses otros materiales como el blog de Toastmasters Sevilla para enriquecer tu opinión y mejorar tus evaluaciones.

Y recuerda, podrás practicar en nuestras sesiones.

Los pilares de Toastmasters

Toastmasters fomenta un marco para mejorar la comunicación que se asienta sobre dos pilares fundamentales.

La práctica. Como una forma de ganar confianza al hablar en público.

La evaluación y el feedback. Como una forma de ayudar a los socios a mejorar y crecer tras cada proyecto.

¿Qué es el feedback?

El feedback no es ni más ni menos que una opinión que compartimos con otra persona. Una opinión, una evaluación o un juicio que puede tener diferentes objetivos.

Objetivo	Descripción	Ejemplo
Apreciar	Basado en lo que se hace bien, y cómo puede amplificarse	Tu uso de metáforas es brillante. ¿Y si hicieras que toda la estructura girase en torno a una sola?
Reforzar	Reforzar comportamientos efectivos para que se repitan	Tu sonrisa generó una conexión genuina con tus emociones, no dejes nunca de sonreir
Mejorar	Señalar comportamientos que pueden ajustarse	Durante la transición de ideas, podrías hacer una pausa para dar un respiro al público
Aspirar	Invita a ir más allá del nivel actual	Dominas el humor. ¿Qué tal si te enfrentas a la divulgación?

El feedback es un A.R.M.A. Un arma para apreciar, reforzar, mejorar y aspirar. Un arma que bien utilizada es un poderoso motor para el cambio, una de las bases del liderazgo, pero que mal usada es una fuente de problemas y conflictos.

El mal feedback

Pensemos en esos comentarios que escuchemos en nuestro día a día en la oficina, en la televisión, o en las redes sociales. Opiniones como «Esto es una mierda», «Valiente idiota» o «Completo inútil». No solo los escuchamos, a veces los proferimos, yo he estado ahí. Y hoy me doy cuenta que esa forma de transmitir mis opiniones habla más de mi, que del que la recibe.

Habla de cómo me siento yo. Habla de lo incapaz que soy de argumentar mi opinión. Habla de la poca claridad que tengo en mi mente, y de mi incapacidad para ofrecer una mejor solución a una situación. Mi única salida, el insulto, la faltada, el exabrupto.

Cuando le hablo así a una persona solo demuestro una cosa, poca asertividad. No le digo lo que necesito de ella, le digo lo que pienso de ella. No le digo lo que me gustaría ver que hace, le digo todo lo que no me gusta de ella. No le digo aquello que hizo bien, me centro en lo que es… en lo que es una mierda.

Compartir juicios de valor de esta forma es relativamente sencillo. No hay que pararse a pensar demasiado para eructarle a alguien un exabrupto a la cara.

Se da tanto mal feedback, que no sabemos que es un buen feedback.

Veréis, recuerdo hace muchos años un capítulo en mi casa en el que mi padre soltó durante la comida «Estas lentejas son una mierda».

Se hizo el silencio. Las lentejas no estaban frías, ni duras, ni sosas. Eran una mierda.

Empatía cero. Respeto por el cocinero cero. Resultado. Divorcio.

Eso es lo que consigue compartir nuestras opiniones sin tener en cuenta a la persona que tenemos delante. Romper cualquier tipo de vínculo emocional que tengamos o podamos tener con ella, sembrar recelo donde hubo confianza, miedo donde hubo respeto y desconexión donde hubo cariño.

El buen feedback

En Toastmasters lo tienen muy claro, el buen feedback tiene un equilibrio entre puntos buenos y puntos a mejorar. El buen feedback es específico. Del buen feedback se extrae una acción y un camino de mejora. Y sobretodo, el buen feedback es empático.

El feedback debe ser equilibrado, con puntos negativos y positivos. Resaltar solo puntos negativos mina la confianza del que recibe el feedback, y destruye la relación que tenéis. Resaltar solo puntos positivos no aporta nada.

El feedback debe ser específico. Evitemos hablar de generalidades, de «fue un buen discurso», compartamos lo específico, «la forma en la que conectas con el público a través de un tema persona fue magnífica».

Ser específico ayuda a que el que reciba el feedback pueda situarse inmediatamente en aquello que debe mejorar.

El feedback debe incluir un porqué y un camino de mejora. Debe ser accionable. Evitemos, «Tú forma de comenzar fue floja», y usemos «Presentarse directamente no capta la atención del público, podrías haber empezado con una pregunta ¿Cuántos de vosotros sabéis a que huele la tierra mojada? Dejadme que os cuente a que sabe y cómo lo descubrí al caerme de la bicicleta».

El feedback debe ser empático. Usando un lenguaje positivo. Evitemos, «Te quedaste corto», y usemos «Me habría gustado escuchar más sobre la historia de tu abuela».

El feedback empático alusión a hechos, y no opiniones. No digamos «No tengas miedo», sino que demos evidencias y compartamos nuestro punto de vista «Tuve la impresión de que estabas nervioso por la forma en la que te tocabas repetitivamente el antebrazo».

El feedback empático debe estar adaptado al nivel del que lo recibe. Evitamos hablar del pathos, el ethos y el logos, o el autoritas, en una primera intervención.

El feedback empático debe entregarse siempre en primera persona. Evitemos, «Dicen que moverse en el escenario erráticamente distrae», y usemos «La forma en la que movías en el escenario me hizo perder el hilo del discurso».

El feedback empático se refiere al comportamiento, no a la persona. Evitemos, «No eres capaz de conectar con la audiencia», y usemos «Pediste colaboración de la audiencia antes de ganártela»

Quiero repetir este punto, para mí es lo más importante. Piensa en tu hijo, sobrino o primo pequeño. La gran diferencia que hace entre decirle a un niño, «Eres malo», o decirle «Vamos a pintar mejor en el papel, que en la pared».

Refirámonos al comportamiento que queremos cambiar. No a su identidad. No arrojemos a alguien lo que pensamos de él negativamente cuando queremos que cambie una actitud, refirámonos al comportamiento. No minemos la autoestima de las personas a las que queremos ayudar.

Dar un feedback usando los consejos de arriba es extremadamente complicado sino estás acostumbrado. No solo requiere de pensamiento crítico y bases sobre el tema del que hablas, sino que requiere de tacto y empatía.

Una forma efectiva de estructurar nuestro feedback

A los ingenieros nos gustan las fórmulas. Antes he compartido el A.R.M.A, que se me ha ocurrido reorganizando la tabla, pero lo que te voy a compartir no me lo he inventado yo.

Existen algunos modelos con los que podemos estructurar nuestro feedback. El modelo SBI ( situation, behaviour, impact ), el modelo DESC (describe, express, suggest, consequence ), el modelo COIN ( context, observation, impact, next steps ) o el RCA ( recognition, correction, assesment ).

A mi forma de verlo, si al modelo SBI le añadimos una R, tenemos una fórmula perfecta para las sesiones de Toastmasters.

Fase	Pregunta guía	Ejemplo
Situación	¿Cuándo?	Durante la apertura de tu discurso…
Comportamiento	¿Qué?	… mantuviste la mirada al suelo mientras hablabas de tu abuelo…
Impacto	¿Qué efecto tuvo?	No sentí que conectases conmigo para darle a ese momento la fuerza que creo que merecía
Recomendación	¿Cómo mejorarlo?	Busca una cara amiga entre el público, míranos. Dale fuerza a tu mensaje.

La recomendación no será estrictamente necesaria cuando tu feedback sea una apreciación.

Por último, aunque no está en la tabla anterior, podrías ofrecer un ejemplo. Repetir ese inicio en el que miraba al suelo, mirando al público, haciendo pausas, y preguntarle si ve la diferencia. Siempre de manera respetuosa, evitando que el evaluado sienta que lo haces por quedar por encima de él.

Sería el equivalente a que en el trabajo te enseñen un ejemplo de un informe para que mejores el tuyo.

El feedback en Toastmasters

Uno de nuestros compañero de Toastmasters Valencia y campeón de españa en 2024 de discursos preparados, Josep Martí, ha compartido un video de cómo ser evaluador en las sesiones de Toastmasters. Su video da buenos consejos para mejorar la forma en la que evaluamos en las sesiones de Toastmasters, y mucho de lo que comparte es trasladable a nuestra vida diaria.

Me gustaría destacar algunas ideas que nos comparte Josep en su video.

Antes de evaluar un discurso, lo ideal es contactar con el evaluado y entender en qué quiere que nos fijemos durante su discurso. Una buena evaluación es aquella que le es útil al que la recibe. Una evaluación excepcional es la que ayuda a crecer a toda la sala.

Divide tu evaluación en bloques, y en cada bloque añade positivo y a mejorar. Por ejemplo, si eres evaluador del lenguage corporal podrías hacer.

Aspecto	Positivo	A mejorar
Mirada		No contacto visualmente con el público
Escenario	Buen uso del escenario, se acercó en momentos clave
Gestos	Apoyaron ideas clave
Voz		Alta, no da lugar a variedad

No escribir ideas complejas, sino palabras claves.

Tratar pocos puntos durante la evaluación. Tres puntos positivos y dos puntos de mejora, no cabe mucho más en tres minutos y medio.

El video es una pequeña obra maestra que recomiendo. Y Josep es un crack, en general y en particular.

Dar y recibir

Hemos hablado mucho de dar feedback. Un pequeño acto de confianza y de valentía. Alguien que escucha con atención y se atreve a ofrecer su perspectiva con respeto. Algo que bien hecho puede ayudar no solo a construir confianza entre el que lo da y lo recibe, sino que puede ayudar a construir una comunidad.

Pero recibir feedback a veces no es sencillo. No es fácil escuchar como alguien encuentra nuestras flaquezas y nos explica como mejorarlas, especialmente cuando hemos dedicado mucho tiempo a preparar nuestra intervención.

Manten la mente abierta para descubrir perspectivas que no puedes descubrir por ti mismo.

Agradece, escucha, anota y filtra aquello que creas que te ayudará a avanzar. Intenta trabajar en lo que puedas empezar ya, y guárdate para más adelante aquello que necesites trabajar en otro momento.